SUZUKI GRAND VITARA HDI 2004

Aunque el modelo que estaba en el mercado aún le quedaba mucho que decir, los hombres de Suzuki son sensibles a los cambios del segmento al que pertenece el Grand Vitara, y se han dado cuenta que la competencia viene pisando muy fuerte, y que había que anticiparse a los movimientos de otras marcas. Por ello, el Grand Vitara ha sufrido una puesta al día que es inapreciable exteriormente, pero que basta con abrir una puerta, o el capó, para ver que los excelentes cambios se encuentran en el interior.

Aprovechando la puesta al día del interior del Suzuki Grand Vitara, se ha aprovechado para equipar a este TT de la última evolución del motor HDI, que ahora cuenta con culata de 16 válvulas, mejorando el carácter rutero tan demandado hoy en día.";




El nuevo diseño del habitáculo del Suzuki nos ha llamado poderosamente la atención, tanto por el acertado diseño, como por parecer un vehículo totalmente nuevo. La consola central es la más modificada, con unos nuevos mandos de control de la ventilación en forma de tres ruedas de generosas dimensiones, así como un reloj digital que también nos informa de la temperatura exterior. Detalles muy útiles, como las dos guanteras situadas en la parte frontal, son de agradecer para dejar ocultos pequeños objetos. Entre los dos asientos encontramos una nueva guantera con apoya-brazos, que se puede ajustar a nuestro gusto. Además, esta misma pieza sirve de posavasos para las plazas traseras.
Tras el volante, de nuevo diseño, el Grand Vitara cuenta ahora con un moderno cuadro de instrumentos con retroiluminación al estilo del nuevo Land Cruiser, muy llamativo y de fácil lectura de noche.
La tapicería de los cómodos asientos se ha renovado también, y la combinación de tela y tejido tipo Alcántara, además de ser más elegante y vistosa, es a su vez más fresca que la anterior tapicería. Si las plazas delanteras reciben todas nuestras alabanzas, no lo son menos las traseras, que para dos ocupantes cuentan con todo el espacio necesario para largos viajes por carretera. Además, los respaldos incluyen la posibilidad de reclinarse a gusto del ocupante, siendo ideales para el sano ejercicio de la siesta.
Tras los asientos hallamos la zona de carga, con espacio suficiente para el equipaje de cuatro ocupantes, pero algo justa si son cinco los viajeros. Detalles como la persiana oculta-equipajes, o un amplio compartimento bajo el maletero para llevar los engorrosos triángulos de emergencia son detalles que no faltan en el Suzuki.

PISTA DE PRUEBAS El Grand Vitara HDI se encuentra mucho más agusto en espacios y pistas abiertas, que en un circuito con obstáculos de envergadura. Tanto sus dimensiones como la configuración de su suspensión no están demasiado pensadas para el franqueo de obstáculos, y además el tipo de usuario de este TT tampoco le importará demasiado.
La ausencia de ayudas a la tracción resaltan más los limitados recorridos de suspensión, teniendo que saber muy bien lo que se hace a la hora de negociar las zonas de cruces de puentes de nuestro circuito. Es necesaria la inercia para no quedarnos sin tracción al levantar con facilidad una rueda de caja eje.
Las reductoras, como en todos los Suzuki, son más un cambio cerrado que una marcha muy corta para franquear obstáculos. Y eso que en este caso, al ser un motor TD, el tema no es tan acusado como en las versiones de gasolina. En la zona de bajadas si no se pisa el freno se llega a tomar más velocidad de la deseada.
Subidas / bajadas
Faltan reductoras. Aunque sobre el papel los 5 km/h de desarrollo en primera corta a 1.000 rpm no parece una mala cifra, sí es verdad que en bajadas el Grand Vitara se embala más de la cuenta por falta de retención de la reductora. En las subidas esta situación se mitiga entrando con un poco más de inercia y decisión con el acelerador.
Zanjas
Poco recorrido de suspensión. El limitado recorrido de la suspensión es el culpalble de la facilidad para levantar rueda, con la consiguente pérdida de tracción. La ausencia de cualquier tipo de ayuda a la tracción, como el diferencial trasero de deslizamiento limitado acentúa más esta situación. Al menos, la carrocería no golpea en el suelo pudiendo tomar inercia.
Crestas
Justo, pero bien. La primer cresta del circuito se puede pasar, pero rozando los bajos centrales (consecuencia de un ángulo ventral no demasiado favorable) y con el nuevo protector del radiador delantero, que ha penalizado ligeramente el ángulo de ataque. Por el contrario, el corto voladizo trasero raramente planteará problemas a la hora de pasar por alguna zona complicada.