SUZUKI SX4

El SX4 es un coche de 4,1 m de largo con ciertas cualidades para circular fuera del asfalto: tiene tracción total conectable y una altura libre al suelo mayor que la de un turismo. Este vehículo se fabrica también para Fiat, que lo vende bajo el nombre de Sedici con la misma gama de motores y ciertas diferencias de aspecto en la carrocería, en el interior y en el equipamiento.

Quizá el aspecto más interesante del SX4 es que su capacidad para circular por campo (por zonas no muy complicadas) no limitan sus cualidades en carretera. De hecho, tiene prácticamente las reacciones de un buen turismo: en cualquier tipo de vía, apenas se nota la altura de su carrocería o el alto perfil de sus neumáticos (para lo que actualmente viene siendo normal en la mayor parte de los turismos). El consumo de combustible del Suzuki SX4 también se parece más al de un turismo que al de un todo terreno.
Lo desaconsejable de este coche frente a la mayor parte de turismos y algunos todo terrenos ligeros es que, al menos con motor Diesel, no es un coche cómodo para viajar porque es muy ruidoso en casi cualquier circunstancia y duro de suspensión.
Como el SX4 tiene una altura libre al suelo grande, es muy indicado para circular por caminos de tierra sin temer en exceso por golpear contra suelo. Como tiene tracción total, puede avanzar por caminos en moderada pendiente aun cuando el piso esté suelto o sea blando.
Para usarlo por zonas complicadas está limitado porque carece de elementos importantes para un uso así (como unos neumáticos específicos, un sistema de tracción total eficaz —especialmente en las versiones sin control de estabilidad—, reductora o un sistema de descenso de pendientes).
Sólo puede llevar control de estabilidad la versión Diesel, por 900 €. Este elemento mejora la seguridad en carretera y, como va asociado al control de tracción, favorece ciertas cualidades en campo (este sistema puede frenar una o dos ruedas que se queden en el aire, para poder seguir avanzando). Es un fallo que el de gasolina de 107 CV no pueda llevar control de estabilidad, porque esta versión es mucho menos costosa que la Diesel. También es un fallo que las versiones que no tienen control de estabilidad no puedan tener control de tracción.
Por la calidad de materiales que Suzuki ha empleado en el interior, o por el equipamiento que puede tiene de serie u opcionalmente, el SX4 es un coche sencillo. Por ejemplo, ninguna versión del SX4 puede tener airbags laterales, de tipo cortina, ordenador de viaje, programador de velocidad o automatismos para las luces o el limpiaparabrisas.
El Suzuki SX4 con motor de gasolina (1,6 l de 107 CV) se vende en dos niveles de equipamiento: GL y GLX. El Diesel (1,9 l de 120 CV) se vende en equipamientos GL+ y GLX.
El gasolina más económico es 3.000 € más barato que el Diesel menos costoso; eso sí, tiene un equipamiento menos completo (no tiene climatizador, llantas de aleación ni faros antiniebla). Las versiones GLX, gasolina y Diesel, tienen el mismo equipamiento y la diferencia de precio entre ambas también es 3.000 €.
El SX4 tiene un precio ventajoso porque, por una cantidad de dinero similar, no hay otro coche de tracción total ni todoterreno que tenga un tamaño parecido. Un Volkswagen CrossGolf es un coche más refinado, cómodo, mejor equipado y mucho más caro. Un Suzuki Grand Vitara 3p también es más caro que el Suzuki SX4, más aconsejable para ir por zonas complicadas, pero con peor tacto en carretera.
El Suzuki SX4 se vende con dos aspectos distintos: «Urban Line» y «Off Road Line». Las dos versiones tienen el mismo precio y equipamiento; la única diferencia es que el «Off Road Line» tiene algunas protecciones para la carrocería, los paragolpes y por la parte inferior de la carrocería. Las fotos mostradas en esta galería corresponden al «Off Road Line».
Las dimensiones exteriores varían en función de si es una u otra versión: 4.100 mm de largo (4.140 mm el «Off Road line»), 1.730 mm (1.755 mm) de ancho y 1.620 mm de alto.
El SX4 se fabrica en la planta que tiene Suzuki en Hungría. El 67 por ciento de la producción será para el modelo comerializado por Suzuki y el 33 restante para el Fiat.

El interior tiene buen aspecto por ajuste, pero todos los plásticos utilizados son duros. Todos los huecos y cajones carecen de superficies acolchadas; por ello, es frecuente que con el movimiento, los objetos ahí depositados hagan ruido. También se nota que es un coche sencillo en que carece de ciertos elementos de equipamiento, como luces de cortesía en los parasoles y en la guantera. También es pobre el acabado de la moqueta del piso del maletero, debajo de la cual está la rueda de repuesto (de emergencia).

En el SX4 se va sentado algo más erguido que en un turismo. La posición es cómoda, porque los asientos dan un apoyo correcto al cuerpo y sujetan suficientemente. El volante sólo es regulable en altura; a pesar de ello es fácil encontrar una postura correcta, independientemente de la talla del conductor.

Habrá a quien ir sentado alto le dé cierta sensación de control, pero en el Suzuki SX4 no se va lo suficientemente alto para ver por encima del resto del tráfico. La visibilidad en tres cuartos delanteros es buena (hay dos montantes, pero no molestan en exceso en ciudad o en los giros más cerrados por carretera). En tres cuartos traseros la visibilidad es algo peor, porque los montantes son gruesos, pero no estorban del todo al salir marcha atrás de aparcamientos en batería, por ejemplo.
Aunque el espacio longitudinal en las plazas traseras no es muy grande, como el asiento trasero va alto y los pies caben por debajo de los asientos delanteros, un adulto que mida 1,80 m viaja bien (siempre que el conductor no supere esa misma altura).
El maletero tiene formas regulares y está iluminado. Su piso forma un paralelogramo de 102 cm de anchura por 66 cm de profundidad; la altura hasta la bandeja que lo cubre es 52 mm. El borde de carga está 18 cm por encima del fondo y a 77 cm del suelo, es decir, hay que levantar mucho un objeto para meterlo.
La capacidad del maletero es 270 l; para ampliarla, se pueden abatir los respaldos (con lo que queda un escalón entre el fondo del maletero y el respaldo de los asientos, y la capacidad aumenta hasta 1.045 l) o pivotar hacia delante tanto la banqueta como el respaldo (imagen).

Cuando se conectan las luces de carretera se desconectan automáticamente las de cruce. Esto tiene el inconveniente de que con la luz de carretera conectada, el área que queda próxima o a media distancia del coche queda desigualmente iluminada. No obstante, el en Suzuki SX4 esta carencia es menos evidente que en otros coches que utilizan un sistema de iluminación similar.
En nuestra unidad de pruebas el climatizador tenía poca capacidad para enfriar el interior. Parece que el caudal de aire en las salidas de ventilación era algo escaso; nos inclinamos a pesar que algún filtro de aire podía estar parcialmente obstruido (algo que tiene sentido en un coche con 15.000 km y que probablemente ha rodado por zonas polvorientas).
La respuesta que tiene el Suzuki SX4 al volante es directa porque entra rápidamente en la curva, y no se aprecia mucha deriva en los neumáticos, a pesar de que tienen un perfil alto. En carreteras lentas o rápidas, se puede rodar prácticamente al ritmo que permite su motor sin la anticipación a la hora de frenar o de girar que requieren la mayor parte de los todoterreno (más torpes y pesados).

En parte, el Suzuki SX4 resulta tan estable en carretera porque los neumáticos son específicos para esta superficie (unos Bridgestone Turanza ER300, de medida 205/60R16).
El Suzuki SX4 tiene un interruptor en la prolongación de la consola permite elegir entre tres programas de tracción: «2WD», «Auto» o «Lock». En el primero actúa como un tracción delantera. Con el segundo, un embrague multidisco se encarga de acoplar automáticamente el eje trasero, parcial o totalmente, en función del deslizamiento de las ruedas delanteras. El modo «Lock» sirve para aumentar la capacidad de tracción hasta 60 km/h (más información del sistema de tracción).

He pasado por zonas de barro blando y, en esas circunstancias, había una diferencia notable entre llevar conectada la función «2WD» o la «Auto» (tracción total). Con el modo «2WD», al acelerar en superficies arcillosas el coche tenía poca capacidad para seguir avanzando; sin embargo, con el modo «Auto» conectado, podía salir del apuro con soltura y cierta aceleración .
La unidad que he conducido no llevaba control de estabilidad. Si no lleva este elemento, tampoco tiene control de tracción. Sin este dispositivo, cuando una rueda delantera y una trasera no tienen adherencia el coche no puede avanzar, por ejemplo en un cruce de ejes. En esta fotografía y en esta otra se puede apreciar que toda la fuerza del motor se escapa por las ruedas que apenas tienen contacto con el suelo (la delantera derecha y la trasera izquierda); en esas condiciones el coche no podía seguir avanzando.
Hay otras razones por las que queda claro que el Suzuki SX4 no es un coche para zonas trialeras: como otros muchos todoterreno ligeros, no tiene reductora; ni siquiera la primera marcha es suficientemente corta (8,8 km/h cada 1.000 rpm) para avanzar a baja velocidad sin castigar el embrague o para bajar pendientes aprovechando la retención del motor.
Donde sí se desenvuelve muy bien el Suzuki SX4 es por caminos de tierra. Tiene una dirección rápida para lo que es habitual en un SUV, y unos movimientos de carrocería que transmiten la sensación de que es un coche manejable y ligero. Como la altura libre al suelo es importante (19,0 cm) y la suspensión no se comprime mucho con facilidad (porque es algo dura), no es frecuente hacer topes de suspensión o rozar con la carrocería en el suelo al pasar por encima de los baches.

Con 120 CV, el motor mueve con facilidad al coche (pesa 1.380 kg). A diferencia de otros turbodiésel actuales, no es un motor con el que resulte difícil arrancar desde parado. Las prestaciones son prácticamente las de un turismo de un solo eje motriz de su potencia. Es decir, se desenvuelve bien por cualquier carretera y con condiciones de carga exigentes.
El cambio de marchas tiene seis relaciones. Es de tacto duro, los recorridos están bien marcados y las marchas entran con facilidad. La sexta marcha tiene un desarrollo muy largo, que permite viajar a una velocidad elevada con el motor funcionando bajo de revoluciones. No obstante le falta ser más cómodo para recomendarlo como coche para viajar o realizar muchos kilómetros, por dos razones. Primera, la suspensión es dura para carretera; segunda, con el con el motor Diesel de 120 CV de potencia, al interior llega una aspereza importante y un ruido alto.
El motor Diesel es un 1,9 l de 120 CV con filtro de partículas; está fabricado por Fiat PowerTrain.

Fuente Km77