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 |  Tema: SKODA YETI  Jue 18 Jun 2009, 22:05 | |
| | Škoda Yeti | | | Alfonso Herrero | |
El Škoda Yeti es un vehículo con proporciones de todoterreno, de 4,2 m de longitud y con carrocería de cinco puertas
Hay versiones con tracción total, un programa electrónico para conducir fuera de carretera (actúa sobre la respuesta del pedal del acelerador, el control de estabilidad y los frenos), protecciones de plástico sin pintar en el perímetro inferior de la carrocería, los faros antinieblas colocados en una posición elevada (para evitar posibles roturas) y la altura libre es 180 mm, lo que facilita transitar por pistas en mal estado. Aún con todo lo anterior, el Yeti no es un todoterreno sino un turismo con aspecto de todoterreno (mide 4.223 mm de largo, 1.793 mm de ancho y 1.691 de alto) y ciertas cualidades para circular fuera del asfalto.
Está disponible con dos motores de gasolina y tres Diesel. Los de gasolina son un 1.2 TSI (turboalimentado y con inyección directa) y 105 CV (el mismo motor que lleva el nuevo Polo) y un 1.8 TSI de 160 CV. En Diesel hay tres versiones que tienen un motor 2.0 TDI, con 110, 140 CV o 170 CV de potencia (éste llegará algo más tarde). Los precios comienzan desde 18.690 € y hay tres niveles de equipamiento llamados «Active», «Ambition» y «Experience». Listado con todos los precios.
 El Yeti con tracción total más asequible cuesta 26.990 € y tiene el motor 2.0 TDI de 110 CV. Un Fiat Sedici o un Suzuki SX4 (ambos con motor de 120 CV) tienen un precio mucho más bajo (desde unos 18.000 €). Un Hyundai Tucson, los Jeep Patriot y Compass, el Nissan Qashqai o el Toyota RAV4 también cuestan menos, son más grandes y tienen motores más potentes (listado comparativo ordenado por precio).
Todas las versiones tienen un cambio manual de seis velocidades y tracción en las cuatro ruedas excepto los siguientes casos: el Diesel de 110 CV se puede elegir también con tracción delantera y el 1.2 TSI no puede tener en ningún caso tracción total. Este 1.2 TSI tiene una caja manual de cinco velocidades y es el único que puede tener cambio automático (DSG de 7 velocidades). A medio plazo, habrá una versión Diesel con cambio DSG.
El Yeti se conduce como un turismo, no tiene el tacto ni los movimientos de carrocería que hay en un todoterreno. He conducido las versiones 1.2 TSI de 105 CV con cambio automático (tracción delantera) y el 2.0 TDI de 140 CV (tracción total). En asfalto la única diferencia evidente es que si se conduce a un ritmo rápido, a la salida de las curvas más lentas con el de tracción total se puede acelerar antes, ya que el control de tracción no entra en funcionamiento con tanta frecuencia. La diferencia de empuje de ambos motores es grande pero el 1.2 TSI me ha sorprendido por la facilidad con la que mueve el coche a velocidades inferiores a 100 km/h. A partir de ahí, o si es un repecho, le cuesta más ganar velocidad. En cualquier caso, no recuerdo otro motor de gasolina de similar potencia que de un empuje parecido. Los dos motores se dejan oír desde el habitáculo, pero el Diesel más y su sonido es más desagradable.
Fuera del asfalto, la ventaja del sistema de tracción total (mediante un embrague multidisco Haldex) es evidente cuando hay que acelerar sobre una superficie de poca adherencia. El Yeti no tiene reductora pero sí un sistema de ayuda para descender pendientes. Este sistema mantiene la velocidad constante durante un descenso pronunciado (pendiente superior al 10%). La velocidad de descenso viene determinada por la marcha que llevamos engranada (la mínima posible para que el motor no se cale). De este modo, en primera velocidad se puede circular a unos 9 km/h. Este dispositivo también actúa con el cambio en punto muerto (o si el embrague está pisado, evitando de este modo que se pierda el control del coche por un error); en cualquiera de estos dos casos, al velocidad de descenso es de unos 4 km/h.
 Para activar el sistema de ayuda para descender pendientes hay que pulsar un interruptor (modo off-road) que hay en el salpicadero (es de serie excepto con el equipamiento «Active», que no lo puede tener). Al hacerlo, también varía la respuesta del pedal del acelerador (requiere un desplazamiento más amplio para acelerar), la del ABS (para que las frenadas no se alarguen en superficies deslizantes) y del control de estabilidad (que permite un mayor deslizamiento de las ruedas).
En función del nivel de equipamiento, las llantas pueden ser de hasta 17” de diámetro. Los coches de la presentación tenían un kit de reparación de pinchazos; en España llevarán rueda de repuesto de distinto tamaño que el resto de las ruedas..
Es puesto de conducción es similar al del Roomster. El asiento va alto respecto al piso y la altura disponible hasta el techo es muy grande (un conductor de 2 m de altura cabría sin problemas). El acabado parece bueno, con materiales agradables a la vista y el tacto. Durante el recorrido por caminos no escuché ningún ruido debido a desajustes. Los asientos traseros se pueden adelantar y retrasar, plegar en tres porciones y, además, se pueden quitar para aumentar el volumen de carga. Es un sistema similar al del Roomster (más información).
En el maletero hay una red y argollas para sujetar convenientemente los objetos que se transporten. A cada lado del mismo hay una barra (a media altura, por debajo de las ventanillas) con unos ganchos para colgar bolsas.
El Yeti, aunque por su aspecto pueda parecer derivado del Roomster comparte su estructura y suspensión con el Octavia (la suspensión trasera es de paralelogramo de formable y la delantera de tipo McPherson). |
FUENTE KM 77 | |
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